BENEFICIOS DE LA VITAMINA D
Durante décadas, la vitamina D ha sido conocida por su papel en la homeostasis ósea al regular el metabolismo del calcio y el fósforo.
Sin embargo, en los últimos años, el descubrimiento que receptores de vitamina D (VDR) y enzimas reguladoras de la vitamina son expresados en múltiples tipos de células, evidenciaron roles de la vitamina D mucho más amplios del originalmente aceptado.
Aproximadamente el 3% del genoma humano (más de 200 genes) está regulado por la vitamina D. Muchos de esos genes están involucrados en vías no calcémicas. Estos llamados “efectos no clásicos” de la vitamina D incluyen aumento de la producción de insulina, disminución de la síntesis de renina y mayor fuerza del músculo esquelético, pero también numerosos efectos inmunomoduladores que controlan la activación inmune por un lado y mejoran la defensa contra las infecciones, por otro.


Con la creciente apreciación de estos efectos no clásicos de la vitamina D y su importancia para la salud humana, la alta prevalencia de hipovitaminosis D a nivel mundial se ha vuelto un tema cada vez más relevante. Actualmente, la hipovitaminosis D se asocia con mayor riesgo de múltiples patologías, enfermedades metabólicas y cardiovasculares, así como trastornos inmunes como las enfermedades autoinmunes y altas tasas de infecciones.
Teniendo en cuenta las acciones pleiotrópicas de la vitamina D, existe plausibilidad biológica de un papel patogénico potencial del déficit de esta vitamina en el desarrollo de diversas enfermedades respiratorias. Sin embargo, los numerosos estudios epidemiológicos que hallaron asociación entre los niveles bajos de vitamina D y riesgo aumentado de desarrollar varias enfermedades respiratorias, o de que su pronóstico sea peor, no permiten demostrar causalidad.